Y en mi caso no ha sido diferente.
Me acosté ayer convencida de que tenía un montón de cosas
que hacer por la mañana antes de irme al trabajo y por eso me puse el
despertador un buen rato antes de lo normal. No ha servido de nada porque al
final no he hecho otra cosa que darle al botón de snooze constantemente y he
acabado levantándome a la misma hora de siempre.
Milagrosamente, todo lo que se suponía que tenía que hacer
ha tardado muchísimo menos de lo que esperaba y al final estaba lista para
salir antes de la hora. Ha sido motivo de orgullo y felicidad pues hoy es el
primer día en meses que no tengo que correr para coger el tren. De hecho, hoy
he podido pararme un momento a charlar con una vecina que me encuentro todas
las mañanas y a la que apenas me da para decirle un “moin, moin”.
Lo dicho, no he corrido, y cuando he llegado al tren y he
visto que faltaban todavía dos minutos para que saliera, me ha dado un subidón.
“¡Puedo cambiar!”, me he dicho, “sería genial hacer esto todas las mañanas”.
Pero la alegría me ha durado poco.
Me he sentado donde siempre y ahí estaba ella. Una chica,
algo más joven que yo, que coge el mismo tren que yo todas las mañanas y que,
después de tantos años viajando juntas, cruza, cuando le da por ahí, algunas
palabras conmigo. Pero hoy no era la de siempre.
Hoy, como por arte de magia, lleva consigo una barriga de
embarazada de unos 5 ó 6 meses. ¡Y le queda de maravilla! ¿Cómo es posible que
no me haya dado cuenta hasta ahora? Bueno, hoy lleva una chaqueta con cinturón
y lleva éste bien atado por debajo del pecho, lo que hace que su barriga se
marque más. También imagino que ahora ya lo saben en su empresa y ya no lo
esconde tanto.
De todas maneras, ¿qué importa si lo he notado antes o
después? Lo único que importa es el dolor que he sentido. Aunque apenas la
conozco la verdad es que me alegro por ella, en serio. El único problema es que
miro a mi alrededor y me doy cuenta de que apenas conozco a nadie que no tenga
hijos o esté a punto de tenerlos.
Sólo yo. Yo no tengo hijos ni estoy a punto de tenerlos. Y
eso duele, y mucho.
El día había empezado bien. Estaba feliz. Pero ahora… ahora
no puedo decir lo mismo :(
:-(, no soy la más indicada para animarte, pero de algún modo te entiendo. Espero de corazón que pronto seas tu la que coja el tren paseando barriguita.
ResponderEliminar¡Qué casualidad! Debía de estar leyendo tu blog al mismo tiempo que tú leías el mío porque tu comentario es más o menos de la misma hora a la que yo te estaba escribiendo a ti :D
EliminarMuchas gracias por tu comentario. Y sí, sí eres la más indicada para animarme. Cualquiera lo es cuando los ánimos de desean de corazón. ¡Muchas gracias, de verdad!
Un abrazo,
Uno no es mala persona, pero así se siente cuando otras se embarazan... Es una cuchillada.
ResponderEliminarNo es envidia, es ese dolor de preguntarse porqué.
Como siempre, leerte me tranquiliza. Me recuerda que en este lidiar con la infertilidad no estoy sola.
Muchísimas gracias por tu comentario y perdona que tarde tantísimo en contestar. ¡Ha debido de traspapelarse!
EliminarSí, es dolor, es envidia, es una cuchillada com tú dices. Pero es humano, estoy segura.
Me alegro de que te tranquilice leerme y no, por desgracia no estás sola. Somos muchísimas en el barco de la infertilidad. Espero que todas lleguemos pronto a buen puerto.
Un abrazo,
Hola!
ResponderEliminarMe han nominado al liebster award, y yo te nomino a ti!
https://diariodelabusquedadeunpositivo.wordpress.com/2015/05/10/un-premio/
Qué recuerdos chica... Yo buscando y se quedaron embarazadas mis 2 mejores amigas, la mujer de un gran amigo, la mujer de mi primo, una primita mía de 20 años sin buscarlo, mis 2 hermanas de 40 y 42 y mi cuñada justo anunció su embarazo días después de mi pérdida... Así q si buscas alguien que te entienda... Aquí estoy yo.
ResponderEliminarSin embargo fuiste una campeona ese día y no hay barriguita que te quite mérito!
Muchas gracias por los ánimos y por ofrecerme tu apoyo.
EliminarSí, de verdad que parece una plaga. No hago más que ver embarazadas y familias con bebés. Espero ser pronto una de ellas y ¡que no me odien las demás! :)
Un abrazo,