jueves, 1 de mayo de 2014

Mientras espero...

Estos días he estado hasta arriba de trabajo y no he tenido mucho tiempo para continuar con el blog, por eso el lunes no publiqué nada y tampoco he podido contestar a los nuevos comentarios que habéis ido escribiendo en los diferentes temas. Prometo hacerlo en cuanto tenga un ratito.

Como ya sabéis, no hay mal que por bien no venga, así que al igual que no he tenido tiempo para escribir una nueva entrada en el blog, tampoco lo he tenido para comerme la cabeza con esto de la infertilidad o con la duda constante de si habrá funcionado o no el tratamiento con Gonal.

Sí es verdad que varias veces al día se cruza por mi mente como un rayo el tema, más que nada porque sigo con dolor de pechos (ni más ni menos que la semana pasada, sino igual) y porque de vez en cuando siento de nuevo esa presión a la altura de los ovarios. No es que piense que puedan ser síntomas de embarazo (todavía es muy pronto, estoy en el día doce post-Ovitrelle) pero sí que pienso a veces en los cambios y señales que se producen o se han producido en mi cuerpo por la toma de los diferentes medicamentos de los últimos meses (por suerte no muchos).

Y sí pienso en los motivos por los que esta vez sí debería funcionar y en las (pocas) ventajas de que no funcionara.

Entre las razones por las que creo que este último tratamiento debería funcionar este ciclo se encuentran:

- porque sí (ésta es la mejor, ¿no creéis? ;-) )
- porque en ninguna etapa de mi vida me he imaginado mi vida sin ser madre
- porque no hay nada en el mundo mejor que los niños y mi vida no estaría completa sin ellos
- porque no quiero tener a mi primer bebé a la edad en que mi madre tuvo el cuarto (poco me falta), ya no sólo por el estado físico sino porque no quiero tener con mis los mismos conflictos generacionales que tuve con mi madre
- porque estoy harta de formar parte de las estadísticas siempre dentro de ese tanto por ciento de mujeres en que el tratamiento no ha funcionado
- porque mis padres se están haciendo mayores y me gustaría que mis hijos todavía tuvieran la posibilidad de disfrutar unos años de los abuelos (aunque vivamos en otro país)
- porque mis sobrinos a este paso podrían ser los tíos de mis hijos en vez de sus primos
- porque los hijos de mis amigas ya tienen uno, dos e incluso tres años y como tarde mucho yo en tener uno, los hijos de mis amigas no querrán jugar con él por ser tan pequeño
- porque no debe de ser bueno meterse tantos medicamentos u hormonas (ya cometí el error de tomar la píldora y de usar el Nuvaring) y preferiría no tener que seguir más tratamientos
- porque estoy harta de ir al médico y de los viajes al KiWuZe (y eso que acabo de empezar)
- porque no me imagino un año más trabajando al ritmo al que he trabajado en los últimos años
- porque por fin podríamos planear el futuro (ésta es de mi marido, tan alemán él, jajaja)

Entre las ventajas de que este tratamiento no funcione este ciclo están:

- que me compré un billete de avión para ir de vacaciones a España el mes que viene y tendría que hacer uso del seguro de cancelación en caso de que no pudiera volar (o mejor dicho, en caso de que no quisiera volar, ya que creo que después de tanto esperando para quedarme embarazada, me daría miedo volar si lo consiguiera esta vez)
- que tendría que quedarme en Alemania en verano y yo necesito este año, como nunca, vacaciones en la playa (española, no me vale el Mar del Norte o el Báltico)
- que no quiero que mi bebé nazca en la primera semana de enero o, peor aún, a finales de diciembre en caso de que se adelantara
- que ya no tendría motivos para seguir escribiendo este blog, aunque seguro que, como muchas de vosotras, escribiría uno nuevo sobre la experiencia del embarazo

¿Se os ocurre algo más?

La verdad es que sigo bastante convencida de que el problema por el que no me quedo embarazada es porque alguna de mis hormonas no está bien y, llamadme paranoica si queréis, que nadie hasta ahora me ha tomado lo suficientemente en serio como para hacerme un análisis hormonal completo que lo confirme, así que de alguna manera podría decirse que no tengo ninguna esperanza de que este tratamiento vaya a funcionar conmigo. Sin embargo, confieso que una pequeñísima parte de mí todavía espera que ocurra un milagro, que el Gonal F. y el Ovitrelle haya influido mis hormonas de alguna manera y que sea éste el ciclo en el que pueda cumplir el sueño de mi vida de tener a mi bebé, que éste sea el…

¡¡¡CICLO C!!!

De hecho, la anterior lista y el hecho de que el número de ventajas de estar embarazada supere con creces al de las ventajas de no estarlo demuestran que éste es el mes M, es decir, el mes perfecto, así que sí,  este mes tiene que funcionar.

¡Sigamos cruzando los dedos!

3 comentarios:

  1. Me ha encantado tu lista de motivos para que funcione el tratamiento este mes, pero me ha gustado todavía más la lista de razones para que no funcione.
    A veces nos obcecamos y no vemos que hay vida más allá, lo supeditamos todo a nuestros ciclos, y sí, al final sin quererlo, vivimos obsesionadas y dejamos de vivir nuestra vida.
    Un besazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias, Paula! Sí, yo cada vez que veo que me ha bajado la regla (e incluso antes), tengo listas preparadas de cosas por las que merece la pena no estar embarazada. Muchas, por desgracia, tienen que ver con el trabajo, muchas otras, por suerte, con las vacaciones :) A veces además son tantas las ventajas que le veo que mi marido llega a pensar que no quiero tener hijos, jajaja. Es lo que me mantiene viva y sin perder el norte, así que te lo recomiendo.

      ¡Abrazos!

      Eliminar
  2. Te prometo que lo voy a hacer. justo me parece que me va a bajar en breve. así que esta noche ya tengo deberes.
    Te cuento!

    ResponderEliminar